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Crisis de la familias

Así, los tres objetivos principales de la intervención en crisis serán:

  • Definir la naturaleza del problema.
  • Implicar al sujeto y su entorno sociofamiliar, si es posible, en la búsqueda de soluciones al conflicto.
  • Valorar la necesidad de un tratamiento individual/familiar más a largo plazo si fuese necesario.

En última instancia, la filosofía de la intervención en crisis es la de la prevención secundaria interviniendo sobre el individuo, la familia y el entorno, evaluando precozmente el conflicto, aplicando técnicas terapéuticas específicas y evitando así el desarrollo de complicaciones posteriores.
El individuo en crisis está incluido en un contexto familiar y social, por lo que el abordaje ha de ser global. Es necesario conocer la dinámica y estructura de la familia, su actitud hacia el miembro referido como paciente, su manera de afrontar crisis anteriores y los posibles factores de cambio o de conflicto que hayan podido ocurrir.


La descompensación familiar puede considerarse desde una doble óptica:

  • Cuando es toda la familia la que experimenta un estrés vital, no habiendo un único paciente identificado (por ejemplo, en el caso de la muerte de un familiar).
  • Cuando, aún habiendo un paciente identificado, toda la familia participa del malestar y sufrimiento del individuo en crisis (o de las consecuencias de sus actos); e incluso puede ocurrir que los problemas de éste reflejen los de la familia. Así puede suceder que la inminencia de un cambio en la familia, la alteración en la comunicación o la aparición de conflictos entre sus miembros, suponga una ruptura del equilibrio intrafamiliar y la descompensación psicológica de uno de los miembros, más vulnerable en esos momentos
  • Es necesario ofertarles un espacio en el que puedan formular preguntas, expresar sus preocupaciones, miedos, sentimientos de culpa, de impotencia, etc.

En una situación de urgencia las familias experimentan un gran estrés, que puede aumentar si se sienten ignorados o poco apoyados. En estas condiciones las actitudes pueden variar desde el enfado, irritabilidad, hostilidad franca hasta nula colaboración.
Con la primera entrevista, primer contacto, se intenta por una parte aliviar la ansiedad del grupo familiar ante una emergencia; y por otra parte, analizar la dinámica familiar así como su actitud hacia el paciente. Es importante valorar si los problemas del paciente son producto de un conflicto intrapersonal, o son un reflejo de los de la familia.

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